viernes, 4 de enero de 2013
Carta a una Amiga
Linda: el día 24 tuvimos que sacrificarte, vaya fecha más señalada, yo no quería pero no había más remedio, ya estabas muy malita, lo siento. Te llevamos al veterinario para intentar curarte, pero no servía de nada, ibas a seguir empeorando, creo que tu sabias que estabas muy malita, solo espero que no hayas sufrido mucho.
Quién nos iba a decir que sería tu último viaje, que ya
no regresarías mas a casa, has estado con nosotros casi 16 años, a mi vida le
falta ya un trocito muy importante, el patio tampoco será ya lo mismo sin ti.
Te echo mucho de
menos y no me hago a la idea de no volver a acariciarte más, eras tan bonita,
tan chiquitita, has sido una perrita tan buena y cariñosa, nunca has mordido a
nadie y siempre estabas alegre y correteando de arriba para abajo o subiendo o
bajando escaleras.
Te quiero, te queremos y lo importante es que tu lo sabías,
me habría gustado otro final para ti, que te hubieras ido de una forma más
natural, pero no pudo ser. No sé dónde estarás;
pero quiero que sepas lo mucho que te extrañamos. Hicimos lo imposible para
cuidarte y quererte, porque eras parte de nosotros. Si existe un cielo en el
más allá, seguro que Dios te llevó para tenerte junto a él, por tu bondad y
cariño, por la mirada tierna de tus pequeños ojitos.
Todas las futuras
Navidades nos faltara alguien especial allí abajo, como este año un pequeño
vacío invadirán nuestros corazones.
No olvidare jamás mi
último beso y tu mirada de despedida, tal vez algún día nos encontremos allí donde
estas.
Tu amigo Jose.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario